3.22.2010

La declaración de París y la cooperación internacional para el desarrollo en El Salvador Domingo

21 Marzo 2010
  

 

Por Saúl Díaz Ortiz (*)

Esta declaración se basa en los principios de pertenencia, alineación, armonización, administración y rendición de cuentas 

SAN SALVADOR-En mayo de 2009, El Salvador se incorporó a los más de 100 países que en 2005 firmaron la Declaración de París sobre la efectividad de la ayuda internacional (DP). Este compromiso posee cinco principios (algunos los cumplen los países emisores y otros los receptores de la ayuda), muy importantes y bien formulados para la efectividad de la formalmente llamada Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD), la cual según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) es la suma de las donaciones y préstamos que países desarrollados realizan hacia naciones en vías de desarrollo o hacia organismos multilaterales tales como el Banco Interamericano de Desarrollo, el sistema de Naciones Unidas, entre otros.

El primer principio es la "pertenencia", el cual establece que los países receptores de la ayuda son los que deben fijar sus metas de desarrollo y son estos los que deben decidir hacia donde se destinará la ayuda, acoplándolas a su Estrategia de Desarrollo Nacional (EDN).

El segundo principio esta íntimamente relacionado con el anterior, ya que la "alineación"  exige a los países emisores la aceptación de que su ayuda se dirija hacia las áreas establecidas en la EDN de cada país y además que se utilicen sistemas locales para la distribución de la misma.

La "armonización"  es el tercer principio y establece que los países emisores deben compartir información sobre toda la AOD brindada a los países receptores, esto para evitar la tan dañina y antes bastante común en El Salvador, duplicación de esfuerzos.

El cuarto principio, la "administración para la obtención de resultados" es de responsabilidad compartida entre emisores y receptores para producir y medir indicadores de resultados que demuestren si la ayuda está cumpliendo los objetivos o no.

La "rendición de cuentas", es el último principio de la DP y se refiere a que tanto los países emisores como receptores, deben de tener un sistema de divulgación de información en el cual se pueda rendir cuentas sobre toda la AOD recibida/emitida y cuáles han sido los resultados a través del análisis de los indicadores antes mencionados.

De acuerdo a la OCDE, los flujos netos de AOD en El Salvador para el 2008 (donaciones + prestamos - cuotas pagadas por los mismos dentro de un año determinado) ascendieron a los US$233.35 millones (de estos el 67% provino de España, Estados Unidos y Japón, mencionados de acuerdo a la magnitud de su AOD), lo cual representó un nada despreciable 1.1%  del PIB de ese año (sin esta ayuda el déficit fiscal aumentaría en ese porcentaje) y un muy importante 7% del presupuesto nacional. Aunque de manera general el país no depende de la AOD, estos flujos aportan a la estabilidad macroeconómica como se puede observar en las proporciones anteriores y, además le dan vida a un gran número de programas sociales que contribuyen enormemente al alivio de la pobreza en El Salvador.

En cuanto al avance de los principios de la DP los países emisores han avanzado mucho en la parte de "alineación" y "armonización" puesto que son las naciones receptoras las que deciden cada vez con más fuerza hacia donde canalizar los recursos y además la duplicación de esfuerzo (por lo menos en El Salvador) está desapareciendo.

En cuanto al desempeño de El Salvador, desde mayo 2009 hasta la fecha se han realizado pasos muy importantes para el cumplimiento de la DP, uno de estos fue la creación del Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo a cargo del Ministerio de Relaciones Exteriores, también está la realización del primer Foro sobre la eficacia de la AOD en el país, el cual se llevo a cabo en el presente mes. Ambos pasos son esenciales y han sido un buen inicio para que los principios de la DP formen parte del quehacer institucional de todas las organizaciones públicas que se encargan de la administración y canalización de la AOD.

A pesar de lo anterior, los principios de "pertenencia", "administración para la obtención de resultados" y "rendición de cuentas" aún están pendientes y no se ve claro cómo podrían llegar a cumplirse en el corto plazo.

Por ejemplo, aún no se tiene una EDN claramente establecida, la cual estaría representada en el país por el Plan Quinquenal del Gobierno actual. Dicho plan ha sido aprobado por el Consejo de Ministros pero aún no ha sido discutido ni analizado a profundidad por la sociedad civil (Consejo Económico y Social) ni la clase política (Asamblea Legislativa), aunque se ha prometido que en el próximo mes de abril se pueda adelantar en este tema. Esto quiere decir que oficialmente no se tienen lineamientos hacia donde debe ser canalizada la AOD y los fondos podrían dispersarse en esfuerzos que no contribuyan al desarrollo nacional.

En cuanto a la "administración para la obtención de resultados", el Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo no posee (al menos públicamente) un marco de referencia con objetivos claros, acciones necesarias e indicadores de resultados en cuanto a la utilización de la AOD en el país. Lo anterior genera desconfianza a la hora de hablar sobre efectividad de la ayuda, ya que si no se tiene un parámetro de cómo se debe medir el éxito de la AOD, es imposible determinar su efectividad.

Por último, la "rendición de cuentas" es un tema de pobre avance en El Salvador, ya que por el momento ni siquiera con un Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo se posee un sistema estadístico en donde se muestren con claridad todos los flujos de AOD que vienen al país. Este sistema debería presentar los montos, los países emisores, sus áreas de destino, necesidades futuras, contrapartida del Gobierno si existiera, entre muchas otras variables. Además de esto, el acceso a la información pública y la transparencia gubernamental no está bajo ninguna circunstancia garantizada debido a que aún no existe un marco legal que sustente dicha garantía.

La AOD y su efectividad es un tema muy importante en El Salvador, tema que debe ser considerado por los medios de comunicación los cuales no han mencionado la creación y el rol del nuevo Viceministerio de Cooperación para el Desarrollo, tampoco mencionaron la suscripción de El Salvador a la DP hace casi un año y dieron casi nula cobertura al Foro sobre la efectividad de la ayuda realizado el 8 y 9 del mes en curso. Solo al prestar la atención suficiente se podrá exigir de manera imperante que se cumplan los principios de la Declaración de París. 

(*) Analista y economista de ContraPunto

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